La dentadura primaria está compuesta por los denominados dientes de leche, que son 20, entre los que se distinguen ocho incisivos, cuatro caninos y ocho molares. Aunque los dientes de leche finalmente se acaben cayendo con los años para dar paso a la dentadura definitiva del adulto, las posibles complicaciones que se puedan dar durante esta etapa (caries, bacterias, deformaciones maxilares, etcétera) influirán de forma definitiva en la salud bucodental del niño, por lo que saber cuidar dientes y encías durante la infancia es muy importante para prevenir posibles afecciones futuras.
Los dientes sanos son importantes para la salud general de un niño. Desde el momento del nacimiento, hay cosas que se pueden hacer para promover los dientes sanos y prevenir caries. En los bebés, se deben limpiar los dientes con un paño suave y limpio o con un cepillo de dientes para bebés. Evite acostar al niño con un biberón y revísele los dientes regularmente para detectar manchas.
Consejos para una correcta higiene bucal
Para prevenir las caries y otras posibles afecciones relacionadas con la salud bucodental, la mejor manera es establecer unos buenos hábitos de higiene oral. En este sentido, Madrid Salud, el organismo autónomo del Ayuntamiento de Madrid que gestiona las políticas municipales en materia de Salud Pública y Drogodependencias, ha elaborado el informe Consejos sobre salud dental en la infancia, que, con el objetivo de mantener en buen estado la salud bucodental de los niños, establece una serie de recomendaciones por edad:
De 6 a 12 meses
Se deben cepillar los dientes del niño diariamente, con un cepillo suave y sin usar pasta de dientes.
No se debe abusar de la ingesta de zumos y bebidas azucaradas. El niño puede tomar este tipo de productos ocasionalmente y siempre en pequeñas cantidades.
En algunos casos es aconsejable el uso de suplementos de flúor, pero se debe consultar con el pediatra antes de comenzar a utilizarlo.
Para el dolor de encías, muy común durante esta etapa en la que aparecen los primeros dientes, se pueden frotar suavemente con un cepillo o una gasa para aliviar las molestias.
De 12 a 24 meses
Hay que procurar conseguir una duración de cepillado adecuada (de dos a tres minutos).
Se puede emplear una pequeña cantidad de pasta de dientes a partir de los 18 meses.
Es recomendable empezar a cepillar la lengua y que el niño aprenda a enjuagarse y a escupir el agua.
De 3 a 5 años
Los niños deben cepillarse los dientes al menos dos veces al día y con la supervisión de un adulto.
Hay que instaurar unos hábitos alimenticios saludables, evitando, en la medida de lo posible, los dulces y las bebidas gaseosas.
Es importante tratar de eliminar hábitos como la succión del dedo y el uso del chupete, sobre todo antes de la salida de los dientes definitivos.
De 6 a 12 años
Es recomendable llevar el niño al dentista cada 6 u 8 meses para hacer revisiones.
Se puede empezar a utilizar la seda dental a partir de los 12 años.