La higiene ha sido siempre una aliada indiscutida de la buena salud. Por eso, es imprescindible e importante mantener una rutina de limpieza de nuestros dientes que nos asegure eliminar todos los residuos posibles. Esto nos evitará problemas en nuestras encías, prevendremos las caries, el mal aliento y cuidaremos el buen aspecto de nuestra dentadura. Sin dudas, nuestros hábitos diarios son importantes a la hora de cuidar nuestra salud, pero es importante tener en cuenta que, es también fundamental incorporar a nuestra rutina, visitas regulares a nuestro dentista.
La visita anual está recomendada para personas que gozan de buena salud bucal, y solo acuden a para un chequeo, y dos visitas al año para realizar una limpieza que resulte efectiva. Quienes tengan tendencias a inflamaciones en las encías o tratamientos que requieran varias visitas, recibirán de sus odontólogos la recomendación necesaria en cuanto al número de consultas a realizar, que seguramente serán más de una o dos anuales.
Yendo a nuestro punto en cuestión, ¿por qué se aconseja visitar regularmente al odontólogo aunque tengamos nuestra dentadura en óptimas condiciones y aunque nuestra rutina de limpieza sea correcta?
La visita al dentista tiene como objetivo principal una limpieza profunda. Eliminar el sarro, las manchas de nuestros dientes y debajo de nuestras encías. Solo un profesional logrará limpiar y barrer estos tres puntos, sobre todo el sarro que se aferra tanto a nuestra dentadura que no puede ser eliminado con un simple cepillado ni enjuagues bucales.
Es también necesario un chequeo anual para que el profesional a cargo lleve a cabo una revisión completa y descarte caries, inflamaciones o cualquier otra irregularidad que pudiera percibir; o en el caso de notar presencia de alguno de estos problemas, él mismo tomará medidas para solucionarlos.
Este acto de prevención y limpieza, evitarán que el sarro y las caries avancen y debiliten nuestros dientes, nos provoque mal aliento o incluso, nos lleven a la pérdida de piezas dentales.
También, notaremos que nuestros dientes se mantendrán con mejor aspecto, luciremos una dentadura no sólo saludable, sino una sonrisa reluciente, ya que al eliminar las manchas que los alimentos como el café y las bebidas gasificadas provocan en nuestra dentadura, recuperaremos el color blanco de nuestras piezas dentales y no necesitaremos acudir a blanqueamientos artificiales.
Acudir a nuestro odontólogo de confianza, nos otorgará una sonrisa bonita y saludable, pero sobre todo, nos evitará tener problemas mayores y dolorosos.